¿Se puede confundir Apendicitis con Amigdalitis? Por más loco que se lea, la respuesta es SI. Ustedes dirán: “¡Pero Nore! ¿Cómo es posible confundir dos cosas tan diferentes con síntomas tan diferentes? ¿Acaso los médicos están locos?”, pues les cuento que sí y más en un niño con Autismo.
Ayer fue la inauguración de una nueva etapa para todos, para Juan Andrés y para nosotros como familia. Ya les había contado en mis redes sociales que nuevamente estábamos haciendo cambios importantes en la manera de educar a Juan, como ya saben, desde hace 4 años Juan no está en escuela regular.
Una de las cosas que más nos gusta como mamás de niños con necesidades especiales, es encontrar actividades prácticas que nos ayuden y nos motiven a pasar tiempo de calidad con nuestros peques, fuera de terapias, fuera de actividades escolares, sin presiones, simplemente una actividad para jugar y aprender de manera divertida, y si esta actividad nos ayuda a desarrollar las habilidades de nuestros peques al mismo tiempo que fortalecemos ése vinculo de amor familiar pues ¡Bienvenida sea!
Autonomía, independencia... Son las primeras palabras que retumban en tu cabeza llena de pánico cuando te dicen que tu hijo tiene una condición, enfermedad o discapacidad. ¿Qué pasará cuando yo ya no esté? ¿Qué será de él/ella si no hay nadie que lo pueda cuidar?
No estábamos preparados, nadie lo está. Estaba llena de dudas y miedos, los médicos, psicólogos y terapeutas nos explicaron tantas cosas que la verdad no entendimos nada, era como escucharlos hablar debajo del agua, nada se entiende y sientes que no puedes respirar. Teníamos que hacer tantas cosas, cosas totalmente nuevas para nosotros, que no sabíamos por dónde empezar, lo único que teníamos claro era que teníamos que ayudarte.