Caso: Hipotiroidismo de Hashimoto
La historia de Lisbeth Ávila es verdaderamente un milagro de vida, también es la prueba de que una mamá especial no es sólo la madre de un niño con necesidades especiales. A continuación su hermosa historia:
Después de postergar la maternidad, ya con 35 años decidimos buscar un bebé. En ese momento me detectaron Hipotiroidismo de Hashimoto. Es una enfermedad auto inmune y el doctor me dijo que tenía que nivelar mis valores y que debía parar la búsqueda de bebé un tiempo.
Pasaron 2 años cuando decidimos comenzar de nuevo. Empezamos con relaciones dirigidas y nada de nada. Mi Dra. Me dijo que hiciéramos pruebas adicionales (exámenes muy dolorosos e incómodos). Luego me dijo que deberíamos ir a la inseminación. Me evaluaron y otros exámenes más. Los exámenes arrojaron pre menopausia por mi condición de hipotiroidismo. Mi organismo se comporta como una mujer de 50 años. Por todo esto, empezamos el proceso de la inseminación.
En el proceso muere mi padre, estaba muy triste pero no desistí. Empezaron las inyecciones de hormonas y a poner nuestras esperanzas en esto. Hicimos la primera y solo prendió 1 óvulo esto no fue suficiente para darme el mayor regalo de vida. Hubo tristeza pero seguimos. Hicimos la segunda y la tercera igual. Con el mismo resultado. En el proceso hice más exámenes y el doctor nos indicó que ya debía ir a un invitro. En este proceso se invierten tantas cosas. Pero bueno, consultamos a otro médico y nos indicó lo mismo. Que deberíamos ir a invitro con óvulos donados, los míos no servían para darnos un bebé. Ese día se perdieron mis esperanzas de ser madre biológica. Llore, me deprimí y la tristeza me embargo. Mi esposo y yo conversamos y quedamos en que no íbamos a intentar un invitro porque no tenía quien me donará óvulo y me daba miedo un extraño. Además las probabilidades eran 50%. Decidimos que íbamos a adoptar una vez estuviera preparada psicológicamente. En todo este proceso se nos fueron 3 años. Me tranquilice. Acepte la decisión de dios, pensando que el siempre tiene un plan para cada uno y si no me tocaba no me tocaba.
A finales del 2011 pensé que cuando cumpliera 38 años comenzaría a cuidarme para engañarme que no quedaba embarazada porque me cuidaba (un poco loquita). Llego la semana de mi cumple y fui al Ávila. Salté piedras, lagunas, hice desastre y para completar me hicieron una fiesta de cumpleaños con piñata incluida. Comencé con unos dolores de vientre y llame a mi Dra., me mandó un medicamento y me dijo que si no se me quitaba el dolor fuera a consulta. No se me quito el dolor y fui, cuando llegue al consultorio me hizo un eco y me dijo unas palabras que jamás se me van a olvidar: "veo un punto aquí, tu como que estas preñada", le dije loca y me mando a hacerme una prueba de embarazo cuantitativa, que mi esposo la buscará y se la llevará. Ni me cobro la consulta para que usará el dinero en la prueba. Fui me la hice y me fui al trabajo. Llegando a mi trabajo me llamo mi doctora y amiga, contesto la llamada y me dio la noticia más hermosa de toda mi vida, gritó: "VAMOS A SER MAMÁ". Ella no aguantó y mandó a su secretaria a buscar el examen, salió positivo. Yo no lo podía creer (aun no lo puedo creer), después fue que me pregunto dónde estaba, quede muda, solo atiné a decirle no puedo hablar, colgué y busque a mi amiga (ahora comadre) y llore, llore, llore... llore muchísimo. Siempre había imaginado darle la noticia a mi esposo de otra manera pero solo lo llame y le dije llorando estoy embarazada. Sus palabras fueron: "Que???", pobrecito, quedó mudo como yo.
Desde ese bendito día y hasta el día de hoy, le doy gracias a Dios por permitirme ser madre de este hermoso bebé. Ahora vemos a nuestro hijo creciendo sano, inteligente, amado, feliz, dulce y con la capacidad de convertir cada tristeza en alegría. Ya tiene 2 años haciendo de nuestras vidas mejores personas. Por todo esto puedo decir que los milagros existen porque Santiago se ha convertido en nuestro milagro de vida.Y siempre que puedo cuento mi historia para que las personas no pierdan la fe en que Dios existe y que su tiempo es perfecto.
Nota: puedes leer más historias de otras madres especiales aquí. Y si quieres publicar tu historia aquí te digo cómo hacerlo.