¿Qué cambios puede presentar mi hijo frente al regreso a clases?

Cada niño es diferente, cada caso de Autismo es diferente y cada Mamá Especial conoce su caso particular mejor que ningún profesional, como siempre digo, puedes estar rodeada de profesionales ayudándote, pero nadie sabe más de tu hijo que tú. Voy a compartirles algunos cambios comunes que presentan los niños frente algún evento importante en sus vidas:

1. Cambios de humor, es muy probable que el niño presente cambios de humor frecuente (más de lo normal), en mayor intensidad y con mayor sensibilidad a cualquier detallito ¿Qué hacemos? Las palabras mágicas... paciencia y comprensión
2. Resistencia al cambio, no querer usar las cosas nuevas, no querer ir al colegio, no querer pararse temprano o vestirse, no querer desayunar o comer la merienda, etc. ¿Qué hacemos? Aplicamos los tips del post anterior, la palabra clave es anticipación, no dejemos que estrene todo el 1er día de clases, preparar sus comidas favoritas, etc.
3. Retroceso en algunos procesos, es muy probable que el impacto del cambio lo ponga nervioso o lo altere emocionalmente y esto puede reflejarlo en el habla, la conducta, control de esfínteres (como fue mi caso), modales, etc. ¿Qué hacemos? Aparte de saber identificar que el cambio es la causa del retroceso, no desesperarse ni molestarse, mucho menos reclamarle, hagamos como si nada ha pasado y acompañamos con amor el proceso de reaprendizaje. 
4. Alteraciones del sueño, en algunos casos los niños están tan impactados por los cambios que les cuesta conciliar el sueño, o duermen pocas horas. ¿Qué hacemos? Bueno a respirar profundo y tomar café, a ellos les podemos dar unos masajes relajantes, cuidar lo que servimos en la cena, aumentar actividades diurnas, prepararle agüita de jamaica y en casos extremos consultar con su médico por algún coadyuvante NATURAL (ojo no estoy recomendando ningún sedante ni nada parecido)
5.  Fijación sobre algún elemento en específico, algún juguete, objeto o persona que sienta como afianzador. ¿Qué hacemos? observar muy bien la conducta, ver si podría ser perjudicial para el niño o su entorno y necesita intervención por nuestra parte (ejemplo: un compañer@ de clases que le agrade de manera obsesiva o querer llevar un juguete prohibido al salón), o simplemente es algo manejable que podrá superar poco a poco y no altera su desempeño en clases (sus medias favoritas, el lápiz de la suerte, etc)