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¿Qué es la Hipersensibilidad Sensorial?

¿Qué es la Hipersensibilidad Sensorial?
   

La hipersensibilidad sensorial es la sensación exagerada de cualquier estímulo que algunas personas perciben de su entorno a través de los cinco sentidos, es decir, de la vista, el olfato, el gusto, la audición y el tacto. Esto es causado por el Trastorno del Procesamiento Sensorial o Disfunción de Integración Sensorial, este trastorno causa que el cerebro no pueda distinguir o filtrar adecuadamente los estímulos que recibe del entorno, por lo tanto, no puede ignorar los que no son tan importantes causando una sobrecarga sensorial por cualquier estímulo del entorno, explotando en una Crisis Sensorial y llegando incluso a causar dolor físico.

Algunas de las sensaciones que las personas con hipersensibilidad sensorial pueden experimentar son:

  1. Hipersensibilidad visual: las fuentes de luz pueden provocarles deslumbramiento y dolor de cabeza como migrañas.
  2. Hipersensibilidad auditiva: perciben los ruidos de una manera amplificada y al mismo tiempo, teniendo dificultades para distinguir y comprender instrucciones verbales.
  3. Hipersensibilidad olfativa: tienen un olfato súper desarrollado y el más mínimo olor, ya sea agradable o no, lo perciben de manera muy fuerte provocándoles náuseas, mareos y/o dolor de cabeza como migrañas.
  4. Hipersensibilidad gustativa: pueden sentir con mayor intensidad las texturas y sabores de los alimentos, lo que puede causarles repugnancia a algunos alimentos
  5. Hipersensibilidad táctil: son muy sensibles en las manos, los pies, el cuello o los brazos. Esto puede ocasionar irritación en la piel de estas zonas y causar que no toleren algunos tipos de tela, o las etiquetas de la ropa, zapatos ajustados, contacto físico, entre otras cosas.
  6. Hipersensibilidad propioceptiva: El sentido propioceptivo es interno, lo que refiere a la percepción de nuestros músculos, las articulaciones o los ligamentos. Es la percepción de su cuerpo en el espacio, por lo tanto, una persona hipersensible a este nivel puede tener una musculatura débil y evitar esfuerzos físicos.
  7. Hipersensibilidad  vestibular: el sistema vestibular es que maneja el equilibrio del cuerpo a través de los receptores del oído interno y la imagen estable de la retina. Un niño hipersensible al flujo vestibular va a percibir los movimientos de su cuerpo y del entorno de forma agresiva y violenta, por lo tanto puede mostrar  miedo al movimiento, a las alturas (aunque no sean muy altas), a caerse o situaciones de desequilibrio.

La hipersensibilidad se presenta en la mayoría de los casos de personas con Trastorno de Espectro Autista, es por esto que mucho de nuestros niños reaccionan de manera exagerada a estímulos que muchas veces nosotros no percibimos o que no nos parecen importantes. La hipersensibilidad sensorial no solamente afecta los cinco sentidos causando dificultad para adaptarse al entorno, sino que a través de esta afección, entorpece  las relaciones personales, contribuye al déficit de atención y concentración,  ocasiona agotamiento físico y mental, es la causa principal de las ausencias o momentos en que el niño se ensimisma con la necesidad de desconectar los estímulos para descansar y no explotar en crisis.

Nuestro cerebro está acostumbrado a la exposición constante de estímulos como por ejemplo, el roce de la ropa, los sonidos del entorno (buses, electrodomésticos, aves, el agua, etc.), aromas y texturas de las comidas, por lo tanto, reaccionamos con normalidad cuando alguno de estos estímulos está presente, pero el cerebro de un niño con hipersensibilidad sensorial, al no poder procesar con normalidad estos estímulos causa reacciones exageradas como puede ser el taparse los oídos constantemente, querer quitarse la ropa o zapatos, no tolerar los abrazos o contacto físico, tener nauseas (por las aromas), no fijar la mirada, parpadear con frecuencia o taparse los ojos, no tolerar algunas texturas y/o sabores en las comidas, no tolerar visitar a un lugar muy concurrido como pueden ser los centros comerciales, entre otras cosas. También pueden presentar frecuentemente distracciones y falta de concentración, resistencia al cambio, problemas para socializar, crisis de irritabilidad y ansiedad y problemas para controlar los impulsos.

 

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