En el mundo de la rehabilitación infantil, a diario llegan casos de pequeños que según algunos especialistas serian unas lechugas, es decir, un vegetal; incapaces de realizar acciones como gatear, caminar, hablar, ir al colegio o cuyo nivel cognitivo o condición, no le permitiría llevar un desenvolvimiento social ¨normal¨. Es importante tener claro que cada niño es único, por lo que cada patología, síndrome, condición, discapacidad o como prefieran llamarlo, va afectar según las características de quien lo padece, y dirán, bueno pero si tiene unos signos propios ¿como va a ser diferente? Imaginemos por un momento dos mujeres, ambas de 30 años, que padecen un cuadro bronquial, pero una realiza actividad física, tiene una buena alimentación, nunca ha fumado, por otro lado la otra fuma desde los 19 años, es sedentaria y su alimentación es regular; pueden tener el mismo diagnostico pero su recuperación no será la misma, esto debido a las características de cada organismo. En el caso de los niños es igual. No todos los casos de parálisis cerebral, síndrome de Down, etc. son iguales.
Al momento de recibir un diagnóstico, se pasan por diferentes etapas, tal como el duelo, desconcierto, negación, ira, negociación, depresión y aceptación, pues como padres lo único que se pide al saber que se va a traer una vida al mundo, es que sean sanos y al recibir un diagnostico todo cambia. Todo ser humano es único y cada quien llevara las cosas según su personalidad y suele suceder que pasan mucho tiempo preocupándose en vez de ocupándose, y esto no es solo ¨responsabilidad¨ de los padres, pues en ocasiones (la gran mayoría) no se les ofrece las herramientas para trabajar de una vez en la evolución de su pequeño, si no que le dan largas al tratamiento rehabilitatorio.
Es de vital importancia en el tratamiento, la Intervención Temprana Multidisciplinar, y ¿que es eso? Es el inicio del proceso de rehabilitación de forma inmediata e intensiva, pues entre más rápido se comience, más favorecedor será, ya que se previenen aparición o instauración de anomalías que no se desean. La clave para una ejecución eficaz del tratamiento, es el equipo que se debe formar entre familiares y especialistas, los cuales deben mantener un mismo objetivo o enfoque, tanto en el hogar, escuela como en el espacio terapéutico.
El trabajo con los niños debe ser individualizado, por lo que es recomendable, que las diferentes especialidades que intervienen en su desarrollo, estén enfocadas en un mismo criterio, pues si fisioterapia quiere que camine, terapia ocupacional tiene meses en pinza fina y fonoaudiología solo diga la A, etc y no mantiene comunicación entre ellas, el pequeño estará realizando sus sesiones terapéuticas pero de forma seccionada, pudiendo aumentar su efectividad estableciendo un equipo multidisciplinar, donde se pueda reforzar, sin invadir, el trabajo del otro especialista. Como por ejemplo, el Psicopedagogo trabaja grafomotricidad, y por sugerencia del Fisioterapeuta sienta al niño sobre un balón terapéutico, para mejorar su postura. Trabajo en equipo.
Otra pieza fundamental en este equipo son los padres, familiares y cuidadores, pues de ellos va a depender el resto del proceso, por este motivo es importante que conozcan todos los aspectos que se trabajan en terapia, siempre tomando en cuenta que es tan importante la terapia de los niños, como las de ellos, pues como ley sine que non, estarán cargados de muchas cosas tanto desde la parte física como emocional, siendo esta ultima un pilar fundamental, por lo que siempre es recomendable la asesorías de psicólogos, pues escuchar los pronósticos desalentadores que muchas veces les dan, no es algo fácil de sobrellevar. Recordemos que no podemos brindar calidad de vida si nosotros mismo no la poseemos. El niño con una disCAPACIDAD no es el centro de la familia, es un miembro mas de ella, con la misma importancia de mama, papa y hermanos.
Un pronóstico no es una ley de vida, con dedicación y mucho esfuerzo a lo largo del tiempo se ha visto millones de veces, como esas lechugas caminan, van al colegio, universidad, tienen trabajos estables y son participantes activos de la sociedad que los rodea. No dejemos que un tercero sea que determine el futuro de sus pequeños, ellos siempre serán capaces de dar su 100%, no los subestimemos o pensemos que no pueden, demostremos confianza, aceptación, amor que ellos a su ritmo irán logrando las metas que se propongan.