Un especial para: Hay alguien allí

Hoy quiero comenzar a compartir con ustedes algo que me encanta, si leyeron sobre mí se habrán dado cuenta de que soy cinéfila por hobby. Así que después de tantas películas que he visto, de terror, acción, drama, animadas, de la vida real, etc. Por fin tengo un espacio para escribir mi opinión sobre ellas, por supuesto me enfocaré en comentar las que he visto sobre historias especiales. Por ser venezolana, el privilegio de mi primer artículo se lo doy a una película que vi hace unos meses en el cine, nada más y nada menos que hecha por los padres de una niña con autismo en el cine venezolano. Para los que no saben cuál es, se llama: Hay alguien allí.

He visto que muchas personas han criticado que no tiene la parte "Hollywood", que no muestra casos actuales, que tal vez parezca un poco confusa o alarmante para las personas que recién reciben el diagnóstico de su hijo, pues la película es catalogada como cruda y muy fuerte. En ese caso, deben tomar en cuenta que es un documental hecho por unos padres en busca de respuestas y cómo ha sido la evolución en casos similares a la condición de su hija, también deben tomar en cuenta que los casos que se muestran en la película fueron tratados hace más de 30 años, en una época donde apenas  se estaba descubriendo la palabra Autismo en Venezuela. Así que si eres mamá o papá que acaba de recibir el diagnóstico de tu hijo y estás buscando respuestas, no te alarmes, la primera que te puedo dar es que vives en una época donde las terapias y tratamientos para esta condición han tenido muchos avances y cada día avanzan más, hay más información y sobre todo hay más personas dispuestas a ayudarte, sólo es cuestión de que atiendas a tu hijo a tiempo siguiendo las recomendaciones de tus médicos, ya que ningún caso es igual a otro.

Retomando mi opinión sobre el documental, quiero enviarle mis felicitaciones y unos aplausos gigantescos a los padres de Helena (niña hermosa que nos robó el corazón durante la película) y un abrazo a Gioconda Mota Gutiérrez para decirle: te entiendo,  gracias por dar una pequeña muestra de lo que hace una mamá especial por sus hijos, sin olvidar el trabajo de un padre especial  como lo es Eduardo Viloria Daboín, quien desde su cámara pudo mostrar a muchas personas cómo vemos el mundo a través del autismo.  Para haber hecho este trabajo tuvieron que tener mucha fuerza y valentía, no creo que haya sido un trabajo fácil, mucho menos cuando te encuentras casos difíciles y toca respirar profundo para no reventar en llanto. Creo que a todos los que la vimos nos habrá salido por lo menos una lágrima como muestra del sentimiento humano. Sin embargo, las lágrimas de Gioconda al final de la película cuando expresa que tener un hijo especial es un privilegio, nos muestra que aunque el camino esté lleno de espinas que nos lastiman el alma, el aprendizaje está en recorrerlo, y la recompensa más grande se encuentra justo frente a ti, cuando te sonríe y te dice a través de sus ojitos: Te amo mamá, Gracias. El mejor camino es el que te conecta contigo mismo y te hace reencontrar esa sensación interna que solíamos tener de niños, ésa que te muestra que las cosas más sencillas y que tocan profundo en el corazón, son las cosas que vale la pena vivir y agradecer.  

Para los que no han visto la película pueden encontrar más información aquí y por acá les comparto el tráiler: